El presidente Joe Biden aprobó el plan para entregar ayuda humanitaria a Gaza a través de un muelle militar flotante a pesar de las advertencias desde el gobierno de EE. UU. de que las olas fuertes podrían plantear desafíos significativos y las objeciones de funcionarios que temían que la operación restara importancia a un impulso diplomático para obligar a Israel a abrir rutas terrestres adicionales hacia la zona de guerra, según un informe del inspector general publicado el martes.
"Varios empleados de USAID expresaron preocupaciones" de que el enfoque del gobierno de Biden en el muelle socavara la defensa de la agencia para abrir más cruces terrestres, un enfoque que, según el informe, se consideró "más eficiente y comprobado".
Desde el principio, la misión estuvo plagada de contratiempos logísticos y de seguridad, incluidas olas fuertes que rompieron la estructura, saqueo de camiones de ayuda en tierra y un atasco persistente para mover alimentos desde un área de preparación en tierra debido a la preocupación de que los bombardeos israelíes mataran a los trabajadores encargados de distribuirlo. La operación fue detenida definitivamente el mes pasado.
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